La política exterior de los Estados Unidos es el resultado de un proceso de elaboración compleja, de grandes debates contradictorios solucionados por arbitrajes. Por otra parte, el sistema constitucional estadounidense prevé una distribución precisa de poderes (checks and balances), lo que les da a los diferentes actores (presidencia, Congreso, sociedad civil, etcétera) un poder capaz de influir d
e un modo muy diferenciado sobre la elaboración de la política exterior de los Estados Unidos. Esta constatación difiere de la opinión corrientemente admitida acerca de la idea de un poder reunido en las manos de algunos pocos, acabando en una política monolítica y sin debates.Ciertos fundamentos de la política exterior de los Estados Unidos están presentes desde su creación. Por otra parte, la toma de decisiones es compartida entre el poder ejecutivo (la presidencia y la administración) y el poder legislativo (el Congreso). Los dos sufren la influencia de la sociedad civil (grupos de presión, electorados, think tank, etcétera).Toma de decisionesEl presidente negocia los tratados con naciones extranjeras. Él es, también, el Comandante en jefe de las fuerzas armadas, y como tal tiene la amplia autoridad sobre éstas, una vez que se despliegan. El Secretario de Estado es el Ministro de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos y es el conductor primario de la diplomacia internacional.El Congreso tiene el poder de declarar la guerra, pero el presidente tiene la capacidad de enviar tropas militares a un área durante 60 días sin la aprobación del Congreso, aunque en todos los casos lo hayan concedido después. El Senado (una de las dos cámaras del Congreso) también tiene el derecho exclusivo de aprobar los tratados hechos por el presidente. El Congreso es de la misma manera responsable de aprobar los proyectos de ley que determinan el carácter general de la política exterior de los Estados Unidos.